miércoles, 21 de febrero de 2007

La Caja de Pandora

Cuenta la historia que cierto día, el poderoso Zeus decidió castigar a los hombres poque se habían vuelto malvados y soberbios. Y llamando a su hijo Hefesto le ordenó que fabricara a una mujer.
Con sus brazos vigorosos, la modeló habilmente, utilizando agua y tierra como ingredientes, hasta hacerla semejante en todo, a bellisimas diosas. Finalmente, le dió por alma una chispa de fuego divino que ardía en los inmensos hornos del Olimpo.
Rapidamente acudió Atenea (patrona guerreros y portectora de ciudades, diosa de la sabiduría y del ingenio) para admirarla y le regaló un cinturon de perlas y un riquisimo vestido de púrpura y piedras preciosas; también la bella y dulce Afrodita (diosa que simboliza a la Gran Madre común de la fertilidad, diosa del amor, reina del deseo, la belleza y la alegría femenina) esparció sobre la cabeza de la recién creada doncella las más exquisitas virtudes femeninas, mientras las Gracias, las Cárites y las Horas la adornaban con radiantes joyas y guirnaldas de flores perfumadas . Hermes infundió en su corazón la mentira y la falsedad. Incluso el mismo Zeus quiso ofrecer su regalo a la bellisima mortal, antes de enviarla entre los hombres.
La nombró Pandora, ''la mujer de todos los dones'' por los que había recibido de parte de los otros dioses. El regalo de Zeus fué un cofrecito, el cual llevaría con ella al bajar a la tierra. Contenía todos los males que podían hacer llorar, sufrir y destrozar a los hombres. Pandora debería mantenerlo cerrado, de lo contrario los males se esparcirían por la tierra, miéntras que en el Olimpo no perjudicaban a nadie.
Un día llamaron a la puerta en donde vivía Prometeo (titán) y se encontró con la más hermosa criatura que jamás hubieran visto sus ojos. Curiosamente era portadora de una singular vasija. Ella se presentó como enviada por Zeus para que la convierta en su esposa. Prometeo encandilado con tanta belleza estaba dispuesto a aceptar tal propuesta hasta que la perspicacia de la doncella lo hizo pensar en que todo podría ser una trampa armada por Zeus. Por eso mismo la envió nuevamente al Olimpo, cosa que aumentó el enojo del padre de los dioses.
Zeus no se dió por vencido y decidió llevar a cabo una nueva tentativa. Por ello ordenó a Hermes que enviara a Pandora a casa de Epimeteo, hermano de Prometeo.
Lo que ocurrió después ya es por todos sabido. La curiosidad de Pandora, poco a poco, empezó a inquietar su pensamiento. ¿Qué contenía el precioso cofre regalado por Zeus?. ¿Todos los males?. ¿Y si habriese apenas un poquito la tapa y mirase con precaución por la rendija para ver como eran?.
Pandora entonces levantó la tapa, e inclinó el rostro hacia la breve abertura, pero tuvo que apartarse rapidamente, presa del mayor espanto. Un humo espeso, negro, picante, salía del cofre , miéntras miles de fantasmas se delineaban en aquella confusión que invadían el mundo y nublaban el sol.
Eran todos los dolores, todas las enfermedades, todas las fealdades y todos los vicios. Y todos ellos , rápidos, irrefrenables y violentos, salían del cofre entrando en las tranquilas moradas de los hombres.
Todo resultó en vano. Pandora trató de cerrar el cofre, de cortar el paso a los males, de remediar el desastre. El destino inexorable se cumplía y desde entonces la vida de los hombres fué desolada por todas las desventuras desencadenadas por Zeus.
Cuando todo el humo denso se esfumó en el aire y el cofre parecía vacío, Pandora miró el interior, y vió todavía un gracioso pajarito tornasolado. Era la ''Esperanza'', el único bien que quedaba para que los mortales pudieran consolarse de sus desventuras.

Conclusión: Después de esta bella historia, creible o no pero de la época en donde la humanidad creía en varios dioses y no en una única, reciba el nombre que reciba, como en la religiones, culturas conocidas, entiendo porque muchos hombres dicen que las mujeres somos como ''la caja de Pandora'', estamos llenas de sorpresas, malas, buenas...sorpresas en fin, que si no son descubiertas..tarde pero seguro, (jaja!!!!), las curiosidad los mata.
Gracias por leerme
Besos
Analia

1 comentario:

an dijo...

Hermoso relato. La curiosidad (siempre atenta)
nos envuelve a todas a cada instante y en cada momento de nuestro pasar.
Gracias y besos